Sonetos
Feng Zhi
Hiperión. Madrid 2022
Como un puente sobre el agua
Con traducción, introducción y notas de Javier Martín Ríos, ve la luz Sonetos, de Feng Zhi. Se trata de unos de los libros más significativos del poeta chino (1903 – 1993), quien, hoy día, sigue considerado en su país como uno de los autores de mayor trascendencia del pasado siglo.
Los veintisiete poemas aquí reunidos ilustran de manera sobresaliente la voz honda, meditada, de un autor que supo aunar en su decir la materia reflexiva con la emotiva contemplación de su derredor.
En su estudio previo, anota Martín Ríos que la lírica de Feng Zhi “no se queda sólo en los postulados románticos, sino que también enlaza con la conciencia moderna”. Y destaca, a su vez, el “carácter metafísico” que guardan muchas de sus composiciones. Su estancia en Alemania (1930 – 1935), el amplio conocimiento de la literatura germana y el descubrimiento de los Sonetos de Orfeo de Rilke, -a quién llegó a traducir a su lengua natal- tienen su huella en este volumen. Desde él, emerge la luz abarcadora de una Naturaleza cómplice, integradora de un paisaje no sólo externo, sino íntimo: “Nos detenemos en la cima de la alta montaña/ y nos convertimos en un paisaje lejano e infinito,/ diluyéndonos en la alta llanura que hay frente a nosotros/ y en los senderos entrecruzados entre ellos”.
Es llamativa la manera en que el yo poético insinúa las sensaciones, la forma en que delimita lo humano y lo intangible, el modo en que la tradición oriental encuentra su correlato en un lema occidental y notablemente consensuado. Y, precisamente, desde esa dicotomía que deriva en sabia fusión, desde ese diálogo que alcanza la versatilidad y la mudanza de lo vívido, logra Feng Zhi su mejor dicción. La misma que se torna solidario mensaje, melancólica esperanza, súbito deseo de ser pretérito: “Y para el adiós parece como si nos viésemos por primera vez/ mientras pensamos en el pasado con gratitud,/ como si sintiésemos, de pronto, la vida del ayer”.
En suma, un libro con aires de vitalidad, profundo en su función de brindar anhelos factibles, comunes, donde cada sueño puede tornarse nueva realidad, donde cada apariencia puede convertirse en canción, abrazo, solitaria lumbre: “Una soledad es una isla/ y todas las islas se hacen amigas./ Cuando me tomas de la mano,/ es como un puente sobre el agua”
Comentarios
Publicar un comentario