5 poemas de María Paz Otero
María Paz Otero (Madrid, 1995) ganó el III Premio de Poesía Joven Tino Barriuso con Nimiedades, su primer libro, recién publicado por Ediciones Hiperión. Nimiedades es un autorretrato íntimo, valiente y reflexivo. Sus poemas nacen de las vivencias cotidianas de la autora, de su memoria y de sus expectativas sobre el futuro. Es una obra bellísima, escrita con naturalidad y excelente oído. Su publicación significa la incorporación de una voz nueva e importante a la poesía española.
***
Es tu cuerpo tan blanco a simple vista
Es tu cuerpo tan blanco a simple vista
que una podría, equivocada,
quedarse en la superficie. Creer en tu pureza,
venerarte en domingo con la fe
de los creyentes. Podría una
erróneamente, confundir tu torso con las dalias,
o con la leche que brota
del seno adiposo de una madre.
Sin embargo, si escarbo con empeño,
surge, como un ser entre la niebla,
el grito, el llanto, la infancia mal curada,
el murciélago, la sarna,
la muerte.
***
Los ignorantes
Con el pelo mojado y el jersey adherido
como un molusco a tus pechos,
entramos en el Louvre a resguardarnos de la lluvia.
Tus ojos, acrobáticas ranas diminutas,
saltaban ágiles entre los cuadros. De vez en cuando
señalabas con el dedo
algún Cristo quebrantado
y de tu boca emanaba un suspiro inocente.
Más tarde, frente a la Venus, las cámaras
de los turistas parecían los ojos
de penetrantes arañas.
En cuántas fotos saldrás y no lo sabremos.
Cuánta gente sabrá que te miraba.
***
Evidencia
Por tus besos sé que ya has amado.
Otros ojos, de seguro más vivaces,
descubrieron las grutas
que mis dedos -cernícalos exploradores-
hoy sienten suyas.
Tu respiración aérea fue eléctrico
suspiro en otras bocas. Hubo naufragios previos
en tu silencio de roca.
No negaré, sin embargo,
esta vez lo que ya fuiste,
pues madura con tu experiencia
el deseo que te ofrezco.
Mas tú fíngete virgen, quinceañera,
esta noche. Así yo podré amarte
por primera vez, como siempre.
***
Dardo
Breve certero diminuto.
Aquel beso fue un dardo
en el centro amarillo de la diana.
Duró apenas un segundo
y sin embargo pensé en él tanto tiempo.
A veces todavía me sorprende,
en el bolsillo del jean, en la cartera,
arrugado al fondo de la lavadora.
Yo lo estiro de los bordes, resignada,
lo tiendo al sol con el resto de la ropa.
***
Nimiedades
Tu luz era fuente de gozo aquellos días.
No importaba más
la piel dura de las sombras,
ni el rasgado sol de aquel otoño incipiente
impedía aún el rojo de la tarde.
Entonces era más joven y escribí
poemas remilgados. Inventé para ti paisajes tiernos
y la esperanza
de aquel que desconoce,
iluminaba mi rostro y transformaba el presente
en un futuro favorable.
Quisiera ahora, sin embargo, nimiedades.
Verte dudar junto al estante de los yogures,
mirarte hervir las patatas,
sacudir de tu hombro las gotas
algún día en que, al salir del cine,
nos sorprendiese la lluvia y su fragancia.
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Autora: María Paz Otero. Título: Nimiedades. Editorial: Hiperión. Venta: Todos tus libros, Amazon y Casa del Libro.
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