Tenía 18 cuando ganó en 1999 el Premio de poesía Hiperión con su libro Las moras agraces, que tuvo un gran éxito, numerosos lectores y muy buenas críticas. Más tarde publicó en Talavera de la Reina Rincones sucios, accésit del premio Joaquín Benito de Lucas, reeditado posteriormente por La Bella Varsovia.
Nuestro más sentido pésame a su familia y amigos, así como a los amantes de la buena poesía, de la que Carmen Jodra ha sido y seguirá siendo siempre un ejemplo magistral. No la olvidaremos.
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